domingo, 29 de enero de 2012

No se no ser yo.


Lo he intentando, de veras, pero no se cómo dejar de ser yo. 


¿Cómo hace un@ para dejar de ser un@ mism@? Y no hago referencia a problemas sesudos existencialistas, ni metafísicos ni físicos. No hablo (escribo) de dejar de existir. Que de lo que hablo es de aparentar ser lo que los demás quieren  que un@ sea.


¿Acaso se qué es lo que los demás quieren de mi?


Sí, es un concepto simple, egoísta y muy, muy superficial, pero ¡qué diantres! la sociedad no me deja otra opción: ¡¡de mayor no quiero ser yo!!


Y sin embargo, creo que debería ser otra persona. Sí, otra que no fuera parte del 20% de parad@s (¡ya llevo 1 añito!), mujer de más de 30, con estudios universitarios y otros enfocados a lo que le gusta y de lo que nunca ha podido trabajar, idiomas, 10 años de experiencia laboral en otras áreas, independiente, dinámica, constante (a mi ritmo, soy muy constante), extrovertida... ... ... No tengo abuela.


Jo, prefiero los vídeo-juegos modernos: si eliges el camino incorrecto puedes retroceder o volver a empezar. En la vida si eliges mal, la cagas para el resto de  tus días. Si eliges una carrera de letras, no solo la cagas, te has cavado tu tumba, has hecho tu ataúd, y tu mism@ te cubrirás con tierra. Y si encimas escoges Humanidades, como dice mi profesor de inglés: caquita for you.


Lo malo es que no me arrepiento, pero me está constando horrores dar con mi sitio en la sociedad actual, tan llena de oportunidades, tan acogedora, tan tolerante, tan abierta y prometedora.


Si busca en Google: "quiero cambiar", aparecen webs de cambio de cosas, autoayuda, foros, uno que quiere cambiar su correo y Eskorbuto.


Con "como cambiar": psicología, cambiar la contraseña del correo otra vez, cambiar el PIN del DNI, cambiar el mundo y la configuracion de Windows.


Pues va a ser que a la gente que piensa en castellano y/o español, eso de cambiar le importa un pito. ¿O tal vez lo enmascaran con otras fórmulas y es que yo no estoy en la honda?


Bueno. Intentaré descubrir cómo lo hacen los demás y a ver si me sirve de algo, porque llevo un año infernal.


Y aunque intuyo qué es lo que hace que se me haga tan difícil dejar de ser yo, puede que encuentre algún modo de saber que es lo que pasa... ¡Cómo me va a fastidiar si resulta que tengo un simple y común problema existencias que filosóficamente pueda resolverse! (Nota: Dios no me vale).